“es necesario tener claro que la literatura recoge del centro de la vida social e ideológica los contenidos más sensibles de las preocupaciones y los debates históricos, de ahí que resulte forzoso ubicarlos en el seno de la sociedad donde se gestan para empezar a entender el significado artístico que después adquieren.”
“Parece que en los estallidos de risa lo corpóreo hiciera prevalecer y afirmar su existencia, por encima de lo racional, y esa emergencia del cuerpo tan ostentosa ha concitado el rechazo, el desdén y la amonestación. Afirmo lo anterior a partir de haber observado la recurrencia de llamados hacia la contención: reír estrepitosamente siempre ha sido visto como signo de mala educación.”
“No hay duda, la aparición de un determinado asunto como objeto de recreación artística siempre está en relación estrecha con su presencia en las distintas esferas de la vida social.”
“Y así, escindidos perpetuos hemos ido por la vida a duras penas soportando los reclamos de nuestra corporalidad...”
“Hasta el frío y la época de lluvias habían cambiado en Agua Grande a finales del siglo XX. El frondoso pulmón vegetal que adorna el valle que es la capital, dominado por palmeras y ceibas, respiraba desconcertado intentando seguir el paso a los desarreglos que desdibujaron en el calendario el lugar del frío decembrino y las lluvias de mayo a septiembre. La anarquía se instaló en el ambiente, como presagiando la turbulencia que indefectiblemente habría de tocar a todos sus habitantes.”
“Que la vida es inmortal mientras se vive, mientras se está con vida. Que la inmortalidad no es una cuestión de más o menos tiempo, que no es una cuestión de inmortalidad, que es una cuestión de otra cosa que permanece ignorada. Que es tan falso decir que carece de principio y de fin como decir que empieza y termina en la vida del alma desde el momento en que participa del alma y de la prosecución del viento. Mirad las arenas muertas del desierto, el cuerpo muerto de los niños: la inmortalidad no pasa por ahí, se detiene y los esquiva.”
“Linda Williams dice algo muy interesante en su libro Hard Core. Afirma que una de las fantasías más tradicionales de la pornografía masculina es la violación que se convierte en éxtasis, y en que la mujer acaba disfrutando. Los hombres siempre fantasean sobre la débil frontera entre el 'no' y el 'sí' de una mujer. Este es el clásico dilema de la violación en nuestra sociedad sexista: la sospecha de que la víctima quiere ser victimizada. Esta es la razón por la que la violación en los juzgados siempre es un tema difícil, y sigue siendo uno de los crímenes donde más se desconfía de la veracidad de las víctimas.”