“Algunos piensan que hay que sentirse a disgusto, que en la vida debe haber "días nulos" para apreciar mejor la riqueza de instantes de dicha y "beneficiarse de lo agradable del contraste". Pero ¿son sinceros los que afirman cansarse de una felicidad duradera? ¿De qué clase de felicidad hablan? ¿De la euforia que degenera en aburrimiento, de los placeres que decaen, de los goces que languidecen?.”
“¿Puede haber una sensación más excitante (y atemorizante a la vez, lo reconozco) para una mujer que el sentirse fuera del alcance de los demás, de los cercanos que la aman pero que simultánea y sutilmente la ahogan?”
“Ya instalada, miré a mi alrededor y no pude reprimir un suspiro de satisfacción respaldado por los rayos de sol blancos y calientes que invadían el lugar. ¿Puede haber una sensación más excitante (y atemorizante a la vez, lo reconozco) para una mujer que el sentirse fuera del alcance de los demás, de los cercanos que la aman pero que simultánea y sutilmente la ahogan?”
“Antes de casarse, Emma se había creído enamorada; pero como la felicidad que hubiera debido resultar de aquel amor no había llegado, pensó que necesariamente debía de haberse equivocado. Y trataba de averiguar qué significaban exactamente en la vida las palabras 'dicha', 'pasión' y 'embriaguez', que tan hermosas le habían parecido en los libros”
“La felicidad la pueden experimentar en toda su intensidad sólo los que han vivido grandes altibajos, porque es un juego de contrastes. Los que nadan siempre por el espectro medio de las emociones nunca conocerán la esencia de la vida. Esa es la enseñanza del pozo: a veces hay que tocar fondo para entender la grandeza del cielo.”
“Hay quien dice que la ralentización nos afectó de mil maneras imperceptibles, desde la esperanza de vida de las bombillas hasta el tiempo que tardaba en fundirse el hielo y en hervir el agua o la tasa en que se multiplican y mueren las células humanas. Unos afirman que nuestro cuerpo envejecía más despacio en los días inmediatamente posteriores al inicio de la ralentización, que los muertos morían de muerte más lenta y que los bebés tardaban más en nacer. Hay algunas pruebas de que los ciclos menstruales se alargaron levemente en esas primeras dos semanas.”