“—¿Conoces la pequeña voz en tu cabeza? preguntó—. ¿La que a los humanos les gusta llamar su “conciencia”? —Asentí—. Son en realidad los mensajes que la gente está recibiendo de sus ángeles de la guarda. Verás, los espíritus demoniacos susurran pensamientos a la mente de una persona, y los pensamientos de demonio pelean con los propios sentimientos del humano, junto con los mensajes que sus ángeles de la guarda tratan de inculcar. El viejo cliché acerca del demonio sobre un hombro y un ángel en el otro no está tan lejos.”