“Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias...”
“En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.”
“Es natural condición de las mujeres desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece”
“Ésa es natural condición de mujeres -dijo don Quijote-: desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece. Pasa adelante, Sancho.”
“...aunque pusieron silencio a las lenguas, no le pudieron poner a las plumas, las cuales, con más libertad que las lenguas, suelen dar a entender a quien quieren lo que en el alma esta encerrado: que muchas veces la presencia de la cosa amada turba y enmudece la intención más determinada y la lengua más atrevida." - Don Quijote de la Mancha, Parte I, Cap. XXIV”
“Muchos son los andantes," dijo Sancho.Muchos," respondió don Quijote, "pero pocos los que merecen nombre de caballeros.”
“La pluma es la lengua del alma: cuales fueren los conceptos que en ella se engendraren, tales serán sus escritos.”