“Vaya, pues sí que viven bien los maestros. Si fuera humano me gustaría ser como él, maestro de escuela. Uno puede dormirse cuando quiere y, aun así, siguen considerándote un buen maestro. Así que no le veo yo problema a ser maestro y gato a la vez.”
“Cuando aceptas una invitación, lo que haces en realidad es decirle a la otra persona que le tienes respeto y la aprecias... Quien acepta la invitación puede ser un don nadie, pero eso da igual. Basta con que sea un ser humano libre e independiente. El hecho de que ese hombre independiente te encuentre digno de respeto y aprecio es más valioso que un millón de yenes.”
“Pero les juro que los humanos no se saldrán con la suya eternamente. Tenemos que ser pacientes. Llegará un día, y espero que no tarde mucho, en que los gatos dominaremos el mundo.”
“Soy un gato, un ser extremadamente sensible a los más sutiles cambios en la mente o el alma del mundo. Y, naturalmente, necesito dormir más que el resto.”
“Lo que uno hace una vez, quiere hacerlo de nuevo, y las cosas que se han probado dos veces, exigen una tercera.”
“Quiere a tu maestro, porque pertenece a la gran familia de cincuenta mil docentes primarios, esparcidos por toda la geografía de Italia, y que son como los padres intelectuales de los millones de chicos que crecen contigo, unos trabajadores no conceptuados merecidamente y mal pagados, que preparan para nuestra patria una generación mejor, más próspera y desarrollada que la presente.No me satisfará el cariño que me tienes si no lo profesas también a todos los que te hacen algún bien y entre ellos ha de ocupar el primer lugar tu maestro, después de tus padres. Quiérele como querrías a un hermano mío; quiérele cuando te complace y cuando te regaña, cuando a tu parecer, obra con injusticia y cuando creas que es injusto; quiérele cuando se muestre afable y de buen humor, pero más todavía cuando lo veas triste. Quiérele siempre. Pronuncia en todo momento con respeto el nombre de maestro que, después del de padre,es el más noble y dulce que un hombre puede dar a otro.”
“Es una de esas fisonomías que se quedaron sin vender en el siglo XIX y que en el XX siguen sin encontrar postor.”