“Aquel que sepa el -porque- de la vida, casi siempre encontrara la forma de vivir el -como-”

“No existe la posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro. [...] Si el hombre solo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto.”

“Somos maduros cuando elegimos vivir una vida a solo para no herimos a nadie. Somos maduros cuando asumimos que debemos vivir una vida a solos porque seriamos capaces de hacer a alguien feliz. Porque en esta vida sólo a amo aquel que nunca conoció el amor. Amar? solo amó aquel nunca tuvo la intención de lastimar a nadie, porque un día más tarde descubrimos que el amor verdadero es aquel que sentimos por nosotros mismos.Autor: Sergio Correia.Warrington, 20.08.2012Spanish”

“¡Hay que vivir! Y él me enseñó a vivir, él nos enseñó a vivir, a sentir la vida, a sentir el sentido de la vida, a sumergirnos en el alma de la montaña, en el alma del lago, en el alma del pueblo de la aldea, a perdernos en ellas para quedar en ellas.”

“Por otra parte, el diablo no aparecía siempre como una figura repulsiva, sino como un reflejo de la propia conciencia. La culpa nacía de lo que había dejado de hacerse –la vida no vivida– y no de lo que se había hecho. Así, más que por la imagen misma, la angustia era provocada por el vacío en que había caído la existencia como en un pozo interminable […] Dante decía que no hay mayor dolor que en los tiempos de infelicidad recordar los tiempos felices, Quizá no es menor el dolor de imaginar la dicha que nos negó nuestro temor a vivir.”

“Hay que cumplir con la tarea de vivir de tal forma que cuando nos vayamos, hasta el dueño de la funeraria lo sienta.”