“—Buenos días. ¿Interrumpo algo? —saludó la abogada.—Joder... —murmuró entre dientes Thomas—. No me lo puedo creer.—¿Has venido sola? —preguntó Olivia, saludándola con dos besos.—No, Max está abajo renegando y aparcando.—Oh, ¿de verdad? ¿Y va a subir? Lo digo porque me encantaría conocerlo y que me firmara un autógrafo y que...—Creo que alguien se está poniendo celoso...—Pongámonos a trabajar —dijo el novio celoso.—No te pongas así, pichurri —canturreó Olivia para molestarlo.—Empecemos, por favor —insistió Thomas señalando los asientos.”

Noe Casado

Explore This Quote Further

Quote by Noe Casado: “—Buenos días. ¿Interrumpo algo? —saludó la aboga… - Image 1

Similar quotes

“—¿Se puede saber por qué cojones tardáis tanto? —interrumpió una voz.Thomas no se sorprendió al verlo entrar, pero lo que le sentó como una patada en los huevos fue ver a Olivia empezar a babear.—¡Ay, Dios mío! ¡No me lo puedo creer! ¡Ay, que me da algo!—Tranquila mujer —murmuró Nicole a su lado.—¡No sabes la ilusión que me hace conocerte!—Me parece muy bien —dijo Max sorprendido ante su efusividad.Olivia, ni corta ni perezosa, le plantó un par de besos. Y después, para sufrimiento del abogado, se acercó, no para situarse junto a él, no, para pedirle con todo el descaro del mundo su móvil ultramoderno y sacarse fotos.—Es una oportunidad única —se justificó sonriente, mientras Nicole hacía las fotos—. Si no es mucho molestar, ¿me puedes firmar un autógrafo?—Joder, ver para creer —masculló Thomas, cada vez más molesto.—Por supuesto —accedió Max, que parecía más que acostumbrado a esas cosas.—Aquí. —Apartó el cuello de su camiseta, dejando libre una considerable porción de piel sobre su pecho izquierdo—. Una firmita aquí, ya verás cuando lo cuente. —Y para mayor enfado de Thomas agarró un rotulador indeleble y se lo dio.”


“—Por cierto, antes de que se me olvide. —Él rompió el silencio—. Creo que debería decírtelo, es algo que no puedo ocultar y que acabarás por enterarte.Ella se inquietó, por la forma en que lo decía no podía presagiar nada bueno. Lo miró en silencio, esperando que, fuera lo que fuese, no cambiara las cosas.Pero él parecía más ocupado en excitarla y no podía concentrarse si estaba pensando en lo que tenía que decir. Pero es que sus manos... sus manos estaban por todas partes, presionando un pezón, acariciando sus labios vaginales... Por no hablar de su boca, que la besaba en el cuello, en el hombro... Oh, qué delicia.Pero esa inquietud hacía que no pudiera disfrutar al cien por cien. Colocó la mano sobre la de él para detenerlo.—¿Qué eso tan importante que tienes que decirme?—Bah, nada, poca cosa. —Él intentó de nuevo meter la mano entre sus piernas.—¡Habla!—Pues nada, que te quiero —dijo él con ese tono pedante, como si dijera la hora.Ella se quedó inmóvil al escucharlo. ¿Cómo podía ser tan retorcido? Aunque... era «su retorcido» y lo quería por eso; así que sonrió, le dio acceso y buscó una réplica contundente.—Sólo tú puedes decir algo importante de forma tan enrevesada —le respondió alegre.”


“—Pues no, y he tomado una decisión. No voy a poder vivir con vosotros si os dedicáis a meteros manos. Puaj, qué asco. Quita, quita.—Pero ¿qué dices?—He decidido que ahora, yo, de forma voluntaria, me voy a un internado de ésos. Con tal de no veros más...Dicho lo cual salió por la puerta y la cerró tras ella.—Al final me da la razón —arguyó Thomas, contento.”


“—¿Qué has hecho? —preguntó al ver cómo ella tiraba los documentos de su acuerdo partidos por la mitad al suelo.—Parece mentira que no me conozcas. Yo improviso, querido, jamás se me ocurriría avisarte por adelantado de qué va a pasar el día de tu cumpleaños o de cómo vas a tener que vestirte el día de nuestro aniversario.Él sonrió; joder, debería habérselo imaginado.”


“Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado.”


“Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tu enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirandote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viendote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperandote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo.Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.”