“¿Acaso esto era de lo que se trataba el amor? ¿Pensar que una chica se veía hermosa en su pijama y sus gafas? ¿Que probablemente yo era el único que ella había dejado que la viera usándolas? ¿Era esa una cosa buena o una cosa mala?”
“...había pocas cosas en el mundo más hermosas que una mujer escribiendo. Ocho mujeres haciéndolo era una de esas cosas.”
“Ahora me doy cuenta, que no es perfecto. Él tenía razón en eso todo el tiempo y no es justo que yo siempre trate de hacer que se sienta de esa manera. Nadie es perfecto. Él tiene problemas como yo. Apesta llegar a esta conclusión ahora.Mostrando sus imperfecciones en el parque ese día casi me mata, pero ahora empuja más vida en mí. Tegan no es perfecto. No es más que un hombre. Un hermoso, dulce, tipo maravilloso, pero sólo un hombre de todos modos.Tiene miedos, inseguridades y remordimientos. Me lastimo más que nadie, pero él me amaba más de lo que nadie lo hizo, también.”
“Tener sobrepeso no convierte a una persona en alguien vergonzoso, al igual que ser delgado no te convierte en alguien del cual estar orgulloso. No. Lo que importa se encuentra dentro. En cómo te sientes contigo mismo y la manera en que tratas a los demás.”
“El roce de sus dedos es como si una pluma me hiciera cosquillas de la cabeza a los pies. El epicentro de un terremoto. Dondequiera que me toca es el epicentro, pero las réplicas, las vibraciones se puede sentir en todas partes de mi cuerpo.”
“Jesús, alguna vez quise decir las palabras, pero apenas podía admitirlo ante mí mismo, y mucho menos a ella. En el fondo yo sabía que era un pedazo de mierda, y ella se merecía algo mejor. Una parte de mí quería que la llevara a la habitación y mostrarle por qué ella era diferente, pero también fue lo único que me detuvo. Ella era mi opuesto: Inocente en la superficie, y dañada profundamente en su interior. Había algo en ella que necesitaba en mi vida, y aunque no estaba seguro de lo que era, no podía dar a mis malos hábitos y joderla. Ella era el tipo de las que perdona, yo podía ver, pero tenía líneas dibujadas que yo sabía que no debía cruzarlas.”
“Se llamaba Mónica y era morena. Y tenía su vida, su novio, todas esas cosas que tiene la gente. Y no era, y esto Sebastián querría dejarlo muy claro, una musa ni una maga, ni una bruja ni un recuerdo, ni nada de esas cosas con las que la literatura suprime a menudo a las mujeres.”