“volver a ver reverdecer la fe de ser y creer en crear y croar y croar ante todo ende o duende visiblemente real o inexistente”
“¿Acaso no es tremendamente cómodo creer en alguien? Uno se puede dejar arrastrar por la fe sin el menor esfuerzo. Uno puede ser la deshonra en persona y creer firme y piadosamente en cualquier hombre bueno y valeroso. Uno puede comer chocolate y seguir creyendo sin el menor apuro en una gran persona que acaso no tiene qué llevarse a la boca. Y es que creer no cuesta nada. Creyendo y haciendo profesión de fe se perjudica por lo menos tanto como se ayuda. (...) Quien cree realmente hasta el punto de tener que luchar consigo mismo deja de hablar de ello, no dice una sola palabra al respecto, sino que se limita a creer, a sufrir y a creer.”
“Debido a todo el daño, todo el dolor y la soledad y ver que todo el mundo me dejaba atrás me cegué ante la alegría y el orgullo que sentía por Kierran, la profunda satisfacción en los brazos de Meghan, y el amor ciego y creciente que tenía por mi familia. Y tal vez, eso era lo que significaba ser humano.”
“Ser Frodo, ser un ciudadano participativo, requerirá hacer una "declaración de fe" como la frase que acuñó Rosario Castellanos. Una filosofía personal basada en la premisa que la acción individual y colectiva sí sirve. Una lista de reglas para ver y andar, vivir y cambiar, exigir y no sólo presenciar. Un conjunto de creencias que son tregua contra el pesimismo, antídoto para la apatía, recordatorio del destino imaginado. Un ideario con el cual combatir el desconsuelo que deja leer los periódicos o ver los noticieros de manera cotidiana.”
“Y vuelvo a enamorarme de quién no debo. Y vuelvo a tener esperanza. Y vuelvo a creer en Dios. Y vuelvo a pensar todas las mañanas en un mañana. Y vuelvo a apreciar los perfumes. Y vuelvo al cielo. Y vuelvo a ser yo. A todo vuelvo cuando vuelves tú.”
“Escribo, ella escribió, que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria.”