“... la muerte no es el final de todo, eso seguro. Pero, tal y como está escrito en todos los libros, es algo que produce un dolor increíble.”
“... el asesinato es algo que, con todos sus detalles y ritos, se aprende de otros, se aprende de las leyendas, de los cuentos, de las memorias, de los periódicos, en suma, de la literatura.”
“Es algo sabido que la vida no está predeterminada y que todas las historias son una cadena de casualidades. Pero incluso los que son conscientes de esa realidad, cuando llega cierto momento de su existencia y miran atrás, llegan a la conclusión de que lo que vivieron como casualidades no fueron sino hechos inevitables. ”
“... en el país de los infieles francos todos los perros tienen dueño. Al parecer los pasean por las calles arrastrándolos con cadenas al cuello como si fueran los más miserables esclavos. Dicen que además introducen a esos pobres perros a sus casas y que incluso los meten en sus camas. ... No son cosas que los francos puedan comprender el que los perros paseemos en manadas y gavillas por la calles de nuestro Estambul...”
“A veces pensaba que si conseguía situación como un producto de mi estructura mental o de mis carencias espirituales me libraría del dolor, pero como eso me revelaba como a alguien débil en exceso dependiente del cariño de una madre-ángel-amante salvadora, nunca llegaba hasta el final de ese tipo de consideraciones, y para no dejarme llevar por la desesperación la mayor parte de las veces intentaba convencerme de que estaba venciendo mi dolor nadando de espaldas. Pero sabía perfectamente que me engañaba a mí mismo.”
“¡Qué feliz estoy de ser el rojo! Soy fogoso y fuerte; sé que llamo la atención y que no podeis resistiros a mí.No me oculto: para mí el refinamiento no se manifiesta a través de la decisión y la voluntad. Me expongo abiertamente. No temo a los demás colores, ni a las sombras, ni a la multitud, ni a la soledad. ¡Qué hermoso es llenar con mi fuego triunfante una superficie que me está esperando! Allí donde me extiendo, brillan los ojos, se refuerzan las pasiones, se elevan las cejas y se aceleran los corazones. Miradme: ¡qué hermoso es vivir! Contempladme: ¡qué bello es ver! Vivir es ver. Aparezco en cualquier parte. La vida comienza conmigo, todo regresa a mí, creedme.”
“¿Por qué nos inquieta un hombre bañado en lágrimas? Una mujer que llora puede considerarse una parte excepcional pero conmovedora y digna de pena, de nuestra vida cotidiana, la acogemos con sinceridad y cariño. Pero ante un hombre que llora nos llena un sentimiento de desesperación. Es como si para él hubiera llegado el fin del mundo o como si él hubiera llegado al límite de lo que podía hacer.”