“Todas las civilizaciones, como la gente que hay en los cementerios, son mortales. Y nosotros sabemos, como el hecho de que vamos a morir, que las civilizaciones que han llegado a su término no volverán nunca más.”

Orhan Pamuk

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“Es algo sabido que la vida no está predeterminada y que todas las historias son una cadena de casualidades. Pero incluso los que son conscientes de esa realidad, cuando llega cierto momento de su existencia y miran atrás, llegan a la conclusión de que lo que vivieron como casualidades no fueron sino hechos inevitables. ”


“... recuerdo que lo que hace especial a una ciudad no son solo su topografía ni las apariencias concretas de edificios y personas, la mayor parte de las veces creadas a partir de casualidades, sino los recuerdos que ha ido reuniendo la gente que, como yo, ha vivido cincuenta años en las mismas calles, las letras, los colores, las imágenes y la consistencia de las casualidades ocultas o expresas, que es lo que mantiene todo unido.”


“... en el país de los infieles francos todos los perros tienen dueño. Al parecer los pasean por las calles arrastrándolos con cadenas al cuello como si fueran los más miserables esclavos. Dicen que además introducen a esos pobres perros a sus casas y que incluso los meten en sus camas. ... No son cosas que los francos puedan comprender el que los perros paseemos en manadas y gavillas por la calles de nuestro Estambul...”


“... el asesinato es algo que, con todos sus detalles y ritos, se aprende de otros, se aprende de las leyendas, de los cuentos, de las memorias, de los periódicos, en suma, de la literatura.”


“...los que dicen que las personas son creadas de dos en dos se equivocan. Nadie se parece a nadie. ”


“A veces pensaba que si conseguía situación como un producto de mi estructura mental o de mis carencias espirituales me libraría del dolor, pero como eso me revelaba como a alguien débil en exceso dependiente del cariño de una madre-ángel-amante salvadora, nunca llegaba hasta el final de ese tipo de consideraciones, y para no dejarme llevar por la desesperación la mayor parte de las veces intentaba convencerme de que estaba venciendo mi dolor nadando de espaldas. Pero sabía perfectamente que me engañaba a mí mismo.”