“Yo sólo he podido protegerme de mis enemigos; en el resto de los casos, con la moral hecha añicos, he descubierto que fui yo, siempre yo, quien introdujo a mi vida los caballos de Troya”
“Yo no puedo permitirme hacerme cargo de la vida de los otros. Ya tengo de sobra con soportar el peso de mi propia vida y mi soledad.”
“NOVIA. ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia.) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera,y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua, frío, y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!, yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, aun que hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos.”
“Yo creo que más bien los atrae el saberse en las cercanías de la crueldad , con la tranquilidad de que no es uno el mismo afectado”
“No me importaba lo que creyera el resto de la gente. Yo sabía la verdad, y no soy de los que se rinden fácilmente.”
“Yo soy de la generación para la que los policías siempre fueron los malos”