“Influir en una persona supone darle nuestra alma”
“Nuestra expectativa debe de ser mayor en nosotros mismos que en las demás personas.”
“Nuestra alma no es una unidad pacífica, autorregulada. Ella es, antes bien, comparable a un Estado moderno, en el que una chusma ansiosa de placer y de destrucción tiene que ser sojuzgada por una clase superior y más juiciosa”
“Las personas reservadas muchas veces necesitan más que las expansivas hablar abiertamente de sus sentimientos y penas. Incluso el estoico más firme es humano, e irrumpir con valor en el mar silencioso de sus almas, a menudo supone hacerles el mayor favor”
“El peor tipo de llanto no era el tipo que todos podían ver, los lamentos en las esquinas, el desgarro de la ropa. No, el peor tipo es cuando tu alma lloraba y no importa lo que hagas, no hay manera de consolarla. Una parte se marchita y se convierte en una cicatriz en la parte de tu alma que sobrevive. Para la gente como Echo y yo, nuestras almas contenían más tejido cicatrizante que vida misma.”
“Es una ilusión ingenua creer que nuestra imagen no es más que una apariencia tras la cual está escondido nuestro yo como la única esencia verdadera, independientemente de los ojos del mundo. Los imagólogos han descubierto con cínico radicalismo que es precisamente todo lo contrario: nuestro yo es una mera apariencia, inaprehensible, nebulosa, mientras que la única realidad, demasiado aprehensible y descriptible, es nuestra imagen a los ojos de los demás. Y lo peor es que no eres su dueño. Primero intentas dibujarla tú mismo, después quieres al menos influir en ella y controlarla, pero en vano: basta con una frase malintencionada y te conviertes para siempre en una caricatura tristemente simple.”