“Si yo hubiera leído todo esto en un libro, Henry, creo que me hubiera echado a llorar. Sin embargo, ahora que me ha ocurrido a mi realmente, parece demasiado asombroso para derramar lágrimas.”
“¡Qué triste es! -murmuraba Dorian con los ojos fijos todavía en su retrato-. ¡Qué triste! Me volveré viejo, horrible, espantoso. Pero ese retrato permanecerá siempre joven. No será nunca más viejo que en este día de junio... ¡Si ocurriera al contrario, si fuera yo siempre joven, y si este retrato envejeciese! ¡Por eso, por eso lo daría yo todo! ¡Sí, no hay nada en el mundo que no diera yo! ¡Por ello daría hasta mi alma!”
“La humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Es el pecado original del mundo. Si el hombre de las cavernas hubiera sabido reír, la historia habría sido diferente.”
“Comprendí que estaba ante alguien cuya simple personalidad era tan fascinante que, si me abandonaba a ella, absorbería mi naturaleza entera, mi alma y hasta mi propio arte.”
“Si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le odiara con un odio que convirtiera mi vida en hiel, nunca hubiera levantado la mano contra él. [...] nunca le hubiera echado de su compañía, mientras ella la deseara. En el momento en que el afecto desapareciera, yo le hubiera arrancado el corazón y bebido su sangre. Pero hasta entonces [...] me hubiera dejado morir a pedazos antes de tocar un solo pelo de su cabeza.”
“La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.”
“A pesar de todo, cada hombre mata lo que ama, Para cada uno, oigan esto, Algunos lo hacen con una mirada amarga, Algunos con una palabra adulatoria, El cobarde lo hace con un beso, ¡El hombre valiente con una espada!”