“Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.”
“Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí.”
“Si consideras largo y locoel viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,piensa, que en ese día, a esa hora, levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.”
“Es la hora, amor mío, de apartar esta rosa sombría, cerrar las estrellas, enterrar la ceniza en la tierra: y en la insurrección de la luz, despertar con los que despertaron o seguir en el sueño alcanzando la otra orilla del mar que no tiene otra orilla.”
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De prontomientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.”
“Hay algo más triste en el mundo que un tren inmóvil en la lluvia?”
“Yo te he nombrado reina.Hay más altas que tú, más altas.Hay más puras que tú, más puras.Hay más bellas que tú, hay más bellas.Pero tú eres la reina.Cuando vas por las callesnadie te reconoce.Nadie ve tú corona de cristal, nadie mirala alfombra de oro rojoque pisas cuando pasas,la alfombra que no existe.Y cuando asomassuenan todos los ríosen mi cuerpo, sacudenel cielo las campanas,y un himno llena el mundoSóló tú y yo,sóló tú y yo, amor mío,lo escuchamos.”