“Cuando estamos lejos de la patria nunca la recordamos en sus inviernos. La distancia borra las penas del invierno, las poblaciones desamparadas, los niños descalzos en el frío. El arte del recuerdo sólo nos trae campiñas verdes, flores amarillas y rojas, el cielo azulado del himno nacional.”
“En las noches de invierno, mientras hervía la sopa en la chimenea, añoraba el calor de su trastienda, el zumbido del sol en los almendros polvorientos, el pito del tren en el sopor de la siesta, lo mismo que añoraba en Macondo la sopa del invierno de la chimenea, los pregones del vendedor de café y las alondras fugaces de la primavera. Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaron cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran de Horacio y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.”
“..., que sólo quienes, como él, son sensibles a la alquimia del sonido y los sentidos, son capaces de transformar la realidad negativa de la vida en las formas substanciales y significativas del arte. Sólo quienes pueden admitir la luz en sus entrañas pueden expresar lo que hay en el corazón.”
“Las representaciones del amor mencionan la escasez al mostrar la abundancia. Celebrar mediante una imagen la vida puede ser, en ocasiones, la mejorar manera de recordar su pérdida. Cada lienzo desde el que un niño sonríe recuerda a los niños que apenas amanecieron; cada fotografía de un niño feliz oscurece el rastro de quienes perdieron todos sus juguetes; los niños que corren sucios y alegres en las películas del nerorrealismo italiano o en los clásicos del Hollywood de los años cuarenta son el contrapunto de una infancia enterrada en el lodo y la sangre de los invisibles.”
“Fue como si viera tu alma en las notas, en la música, y fue hermoso. —Se acercó acariciando suavemente la piel de su pómulo y sus cabello con el reverso de la mano. —Vi ríos, barcos, flores, todos los colores del cielo nocturno.”
“Hasta el frío y la época de lluvias habían cambiado en Agua Grande a finales del siglo XX. El frondoso pulmón vegetal que adorna el valle que es la capital, dominado por palmeras y ceibas, respiraba desconcertado intentando seguir el paso a los desarreglos que desdibujaron en el calendario el lugar del frío decembrino y las lluvias de mayo a septiembre. La anarquía se instaló en el ambiente, como presagiando la turbulencia que indefectiblemente habría de tocar a todos sus habitantes.”