“Es la hora, amor mío, de apartar esta rosa sombría, cerrar las estrellas, enterrar la ceniza en la tierra: y en la insurrección de la luz, despertar con los que despertaron o seguir en el sueño alcanzando la otra orilla del mar que no tiene otra orilla.”
“Quería salvarme de la droga que contamina el cuerpo y las venas y no de la otra, la que entra por debajo y por los ojos, la que se enquista en el corazón y lo corroe, la maldita droga que los más ingenuos llaman amor, pero que es tan nociva y mortal como la que se consigue en las calles envuelta en paqueticos.”
“Si consideras largo y locoel viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,piensa, que en ese día, a esa hora, levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.”
“Nadie sabe para quién escribe. Cada libro es un mensaje lanzado en una botella al mar con la esperanza de que arribe a otra orilla.”
“Damos por sentada la luz del día. En cambio, la luz de la luna es otra cuestión. Es inconstante. La luna llena mengua y reaparece. Las nubes pueden oscurecerla hasta un punto que no pueden oscurecer la luz del día. El agua es necesaria para nosotros, pero una cascada no lo es. Y siempre que encontramos una cascada, no es sino algo superfluo, un bello ornamento. Necesitamos la luz del día, pero no la luz de la luna. Cuando llega, no cubre ninguna necesidad. Transforma. Cae sobre los márgenes y la hierba, separando una larga brizna de otra; convirtiendo un montón de hojas marrones y mates en innumerables y álgidos fragmentos; o iluminando las ramas húmedas como si la propia luz fuera dúctil. Sus largos rayos se derraman, blancos y afilados, entre los troncos de los árboles, y palidecen y retroceden al penetrar en la brumosa distancia de los bosques de hayas.”
“!Oh, amigo, escúchame! La muerte no existe , no es nada. Ni si quiera se puede comprender. La vida es la vida, y sigue la ley de la vida: el progreso. Tenías ayer una madre en la tierra; hoy tienes un ángel en otra parte. Todo lo que es bueno sobrevive, con mayor potencia, a la vida terrena. Por consiguiente, también el amor de tu madre.”