“Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. ”
“Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.”
“SAUDADESAUDADE...-Que será...yo no sé...lo he buscadoen unos diccionarios empolvados y antiguosy en otros libros que no han dado el significadode esta dulce palabra de perfiles ambiguos.Dicen que azules son las montañas como ella,que en ella se obscurecen los amores lejanos,y un nobre y buen amigo mío(y de las estrellas)la nombra en un temblor de trenzas y de manos.Y hoy en Eça de Queiroz sin mirar la adivino,su secreto se evade, su dulzura me obsedecomo una mariposa de cuerpo extraño y finosiempre lejos - tan lejos! - de mis tranquilas redes.Saudade...Oiga, vencido, sabe el significadode esta palabra blanca que como un pez se evade?No...Y me tiembla en la boca su temblor delicado...Saudade...”
“Yo no me calloPerdone el ciudadano esperanzadomi recuerdo de acciones miserables,que levantan los hombres del pasado.Yo predico un amor inexorable.Y no me importa perro ni persona:sólo el pueblo es en mí considerable:sólo la Patria a mí me condiciona.Pueblo y Patria manejan mi cuidado:Patria y pueblo destinan mis deberesy si logran matar lo levantadopor el pueblo, es mi Patria la que muere.Es ése mi temor y mi agonía.Por eso en el combate nadie espereque se quede sin voz mi poesía.”
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De prontomientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.”
“-Puedo darte todo lo que desees -dijo el hada-. Riqueza, poder y cetro, fama, una vida larga y feliz. Elige.-No quiero riqueza ni fama, poder ni cetros -respondió la bruja-. Quiero un caballo que sea negro y tan imposible de alcanzar como el viento de la noche. Quiero una espada que sea luminosa y afilada como los rayos de la luna. Quiero atravesar el mundo en la oscura noche con mi caballo negro, quiero quebrar las fuerzas del Mal y de la Oscuridad con mi espada de luz. Eso es lo que quiero.-Te daré un caballo que sea más negro que la noche y más ligero que el viento de la noche -le prometió el hada-. Te daré una espada que será más luminosa y afilada que los rayos de la luna. Pero no es poco lo que pides, bruja, habrás de pagármelo muy caro.-¿Con qué? En verdad nada tengo.-Con tu sangre.”
“No te amo como si fueras rosa de sal, topacioo flecha de claveles que propagan el fuego: te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma.Te amo como la planta que no florece y llevadentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores, y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpoel apretado aroma que ascendió de la tierra.Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,te amo directamente sin problemas ni orgullo:así te amo porque no sé amar de otra manera,sino así de este modo en que no soy ni eres,tan cerca que tu mano sobre mi pecha es mía,tan cerca que cierran tus ojos con mi sueño.”