“Las decisiones se toman en unos segundos y se pagan el resto de la vida.”
“Su madre ya vivía en ella en forma de recuerdo, como un grano de polen que se hubiera posado en algún rincón de su memoria, donde permanecería el resto de su vida convertida en unas cuantas imágenes sin sonido.”
“Cuando estaba con ella sentía que valía la pena hacer todas esas cosas normales que hacen las personas normales.Mattia pensó que nada bueno había en tener una cabeza como la suya, que con ganas se la habría arrancado y sustituido por otra, incluso por una caja de galletas siempre que estuviera vacía y fuera ligera. Quiso contestar que sentirse especial era una jaula, lo peor que podía pasarle a uno, pero se abstuvo.Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.No lo había elegido entre nadie; no había pensado en nadie más.”
“Cerró los ojos y en los labios sintió sus labios calientes, y en las mejillas sus lágrimas, que quizá no eran suyas, y en la cabeza sus manos ligeras, sujetándosela y conteniendo los pensamientos, confinándolos en el espacio que ya no existía entre ellos.”
“Por primera vez sintió que la inmensa distancia que los separaba era insignificante. Estaba convencida de que él seguía en el mismo sitio, donde ya le había escrito algunas veces, muchos años antes. Porque estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.”
“-Pero no quiero verlo más.-Te acostumbrarás, al final ni repararás en él.-¿Y cómo, si lo tendré siempre a la vista?-Por eso, por eso mismo dejarás de verlo.”
“Pela primeira vez, Mattia envergonhou-se de aos vinte e dois anos de idade ainda não ter carta de condução. Era outra das coisas que havia deixado para trás, outro passo óbvio na vida de um rapaz que ele escolhera não dar, para se manter o mais possível fora da engrenagem da vida. Como comer pipocas no cinema, como sentar-se nas costas de um banco, como não respeitar a hora de entrada em casa imposta pelos pais, como jogar futebol com uma bola de estanho enrolada ou estar de pé, nu, em frente a uma rapariga. Pensou que a partir daquele dia tudo seria diferente. Decidiu que ia tirar a carta de condução o mais depressa possível. Fá-lo-ia por ela, para a levar a passear. Porque tinha medo de o admitir, mas quando estava com ela parecia que valia a pena fazer todas as coisas normais que as pessoas normais fazem.”