“Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo”
“Todo tiene su momento: el dormir tiene su momento, el amar tiene su momento, el separarse tiene su momento, el correr tiene su momento.”
“Todo tiene su valor —le respondió Yavanna— y cada cosa contribuye al valor de las otras.”
“No hay más Dios que el hombre y cada hombre tiene su encarnación.”
“Vio que la luna se hundia en el firmamento. La luna alli, y su resplandor, ¿producido por que? Por el sol, claro. ¿Y que iluminaba al sol? Su propio fuego. Y el sol sigue, dia tras dia, quemando y quemando. El sol y el tiempo. El sol el tiempo y las llamas. Llamas. El rio le balanceaba suavemente. Llamas. El sol y todos los relojes del mundo. Todo se reunia y se convertia en una misma cosa en su mente. [...]El sol ardia a diario. Quemaba el Tiempo. El mundo corria en circulos, girando sobre su eje, y el tiempo se ocupaba en quemar los años y a la gente, sin ninguna ayuda por su parte.”
“Cada hombre es distinto de todos los demás, y cuando ocurren cosas horribles, cada cual reacciona a su manera.”