“Un simple clic; no hace falta nada más para cambiar una vida.A veces para mejor.A veces para mucho peor.Pero nunca lo pensamos.Hacemos clic y ya está.”
“Creo que mis escritores favoritos son los que reconocieron que no podían vivir sin escribir. (...), tipos para los que escribir era tan esencial como el aire y el agua. Escribir o morir intentándolo. Esa forma de pensar coincide conmigo. Por eso estoy aquí.”
“A veces no hace falta que uno quiera hacerle daño a alguien para dañarlo.”
“...cuando alguien muere, pensamos que ya se ha hecho tarde para cualquier cosa, para todo —más aún para esperarlo—, y nos limitamos a darlo de baja. También a nuestros allegados, aunque nos cueste mucho más y los lloremos, y su imagen nos acompañe en la mente cuando caminamos por las calles y en casa, y creamos durante mucho tiempo que no vamos a acostumbrarnos. Pero desde el principio sabemos —desde que se nos mueren— que ya no debemos contar con ellos, ni siquiera para lo más nimio, para una llamada trivial o una pregunta tonta ('¿Me he dejado ahí las llaves del coche?', ¿A qué hora salían hoy los niños?'), para nada. Nada es nada. En realidad es incomprensible, porque supone tener certidumbres y eso está reñido con nuestra naturaleza: la de que alguien no va a venir más, ni a decir más, ni a dar un paso ya nunca —para acercarse ni para apartarse—, ni a mirarnos, ni a desviar la vista. No sé cómo lo resistimos, ni cómo nos recuperamos. No sé cómo nos olvidamos a ratos, cuando el tiempo ya ha pasado y nos ha alejado de ellos, que se quedaron quietos.”
“A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.”
“Lo que más odio de escribir en la era digital es que todo acaba por desaparecer.Es como escribir cartas que se evaporan en el aire después de que uno las lea.Por eso hago copias.El papel dura siempre.”
“Pero no soy tan viejo. Todavía no. Ni mucho menos. Quien piense que los niños son dulces e inocentes es que nunca ha sido niño, o lo ha olvidado. Y quien piense que los hombres no son a veces hirientes y crueles no debería salir a menudo de su casa. Y desde luego nunca ha sido fisiólogo. Nosotros, más que nadie, vemos los efectos de la crueldad.”