“Pero all no había nadie que pudiera ver cómo secedió todo. Y no había ningún Dios que guiara la rueda. Solo estaba yo.”
“Eran unos amigos excelentes. Esa clase de amigos con que todo el mundo sueña pero que nadie merece. Y yo menos que nadie.”
“Yo siempre sería la persona a la que ella podía acudir sin temor a recriminaciones ni preguntas. Así que no intentaba conquistarla y me contentaba con jugar una hermosa partida. Pero siempre había una parte de mí que deseaba algo más, y por tanto siempre había una parte de mí que deliraba.”
“Había adoptado un nuevo nombre por las razones habituales, y también por algunas no tan habituales, entre las que estaba el hecho de que, para él, los nombres tenían importancia.”
“En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.”
“-Aquí todos son inteligentes -repuso Fela-. Y Sim es simpático, pero...-Ese es el problema -la atajé-. Que es simpático. Es amable y la gente interpreta la amabilidad como debilidad. Y es feliz, lo que la gente interpreta como estupidez.”
“Esa era otra lección que había aprendido, quizá demasiado bien: la gente hacía daño.”