“Pero creo que no me amaba, porque me atrapó con una sonrisa adorable y luego desapareció sin decir palabra. Como el rocío bajo la débil luz del amanecer.-Como un sueño al despertar -añadió Denna con una sonrisa.-Como una doncella feérica deslizándose entre los árboles.”
“-No me digas palabras tan dulces -protesté-. Lo que quieres es que ceda a tu voluntad, pero no lo conseguirás. ¡Tus halagos no son para mí más que viento! Denna se quedó mirándome, como si quisiera asegurarse de que había terminado mi diatriba.-De entre todos los árboles -dijo esbozando una sonrisa con sus elegantes labios-, el sauce es el que más se mueve según los deseos del viento.”
“Me gustas cuando callas porque estás como ausente,y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.Parece que los ojos se te hubieran voladoy parece que un beso te cerrara la boca..Como todas las cosas están llenas de mi almaemerges de las cosas, llena del alma mía.Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,y te pareces a la palabra melancolía..Me gustas cuando callas y estás como distante.Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:Déjame que me calle con el silencio tuyo..Déjame que te hable también con tu silencioclaro como una lámpara, simple como un anillo.Eres como la noche, callada y constelada.Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo..Me gustas cuando callas porque estás como ausente.Distante y dolorosa como si hubieras muerto.Una palabra entonces, una sonrisa bastan.Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.”
“Me gustas cuando callas porque estás como ausente.Distante y dolorosa como si hubieras muerto.Una palabra entonces, una sonrisa bastan.Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.”
“Escribe la frase, sólo te pido eso. Y el se anima a vaciar su pena en un archipiélago atiborrado de cristales de sal. Por un instante pienso que te amo, pero es una sensación efímera como una ola. Una masa de agua que crece con fuerza, pero luego se recoge, estalla y ya no existe. Una barca expulsada a los orígenes. La muda miseria existente bajo el sol.”
“Pero ¿qué hay del amor?, preguntaréis. ¿Dónde está el amor en esta ecuación? Sé que él me amaba apasionadamente. Me amaba como el cuchillo ama a la herida que hace, como la tarántula hembra ama al macho cuya cabeza engulle, como el lactante ama el pezón que toma entre los dientes y mordisquea hasta que chorrea sangre con la leche.No tenía intención de ser cruel. Era sencillamente su naturaleza, como la del escorpión que pica al caballo sobre el que cruza el riachuelo.”