“Una llamada de ayuda atrae a los depredadores como el olor de la sangre transportado por el viento.”
“Considerarnos meramente enemigos sería no captar el verdadero talante de nuestra relación. Era más bien como si los dos fuéramos socios de una empresa dedicada a perseguir el mutuo objetivo de odiarnos el uno al otro”
“Me fijé en que Fela giraba la cabeza y miraba a Simmon como si le sorprendiera verlo allí sentado.O mejor dicho: fue como si hasta ese momento Simmon únicamente hubiera ocupado espacio alrededor de Fela, como un mueble. Pero esa vez, cuando ella lo miró, lo captó por entero. El cabello rubio rojizo, la línea de su mandíbula, la amplitud de los hombros bajo la camisa. Esa vez, cuándo lo miró, lo vio de verdad.Dejadme decir una cosa. Todas las horas que pasamos buscando en el Archivo, todo el fastidio y el cansancio valieron la pena solo para presenciar aquel momento. Valió la pena sangre y temer a la muerte por verla enamorarse de Sim. Solo un poco. Solo el primer hálito débil del amor, tan leve que seguramente ni siquiera ella lo percibió. No fue espectacular, como un rayo seguido del estruendo de un trueno. Fue más bien como cuando golpeas pedernal contra acero y salta una chispa que se desvanece tan deprisa que casi no la ves. Pero sabes que está allí, donde no puedes verla, prendiendo.”
“Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz».Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona.He tenido más nombres de los que nadie merece.Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie,puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol PartidoMi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado.Los he comprado y he pagado por ellos.Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».He robado princesas a reyes agónicos.Incendié la ciudad de Trebon.He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Quizá hayas oído hablar de mí.”
“-No me digas palabras tan dulces -protesté-. Lo que quieres es que ceda a tu voluntad, pero no lo conseguirás. ¡Tus halagos no son para mí más que viento! Denna se quedó mirándome, como si quisiera asegurarse de que había terminado mi diatriba.-De entre todos los árboles -dijo esbozando una sonrisa con sus elegantes labios-, el sauce es el que más se mueve según los deseos del viento.”
“Mira, las mujeres son como el fuego, como las llamas. Algunas son como velas, luminosas e inofensivas. Algunas son como chispas, o como brasas, o como las luciérnagas que perseguimos las noches de verano. Algunas son como hogueras, un derroche de luz y de calor para una sola noche, y quieren que después las dejen en paz.Algunas son como el fuego de la chimenea: no muy espectaculares, pero por debajo tienen cálidas y rojas brasas que arden mucho tiempo.Pero Dianne... Dianne es como una cascada de chispas que sale de un afilado cuchillo de hierro que Dios acerca a la piedra de afilar. No puedes evitar mirar, no puedes evitar desearla. Hasta es posible que acerques una mano durante un segundo. pero no puedes dejarla allí. Te partirá el corazón.”
“Dos partes de mí intentaron hablar al mismo tiempo. La primera parte gritaba «No le hagas nada, por favor. Otra vez no. No lo rompas. Dámelo, por favor. No lo cojas así, por el mástil». La otra mitad recitaba: «Te odio, te odio, te odio», como si escupiera sangre.”