“Viajé, amé, perdí, confié y me traicionaron...”
“La última vez que creí que una mujer me amaba, perdí un imperio y acabé crucificado mientras ella se reía de mí. No seas tonta, Amanda. El amor no existe. Es una ilusión. No me amas; no puedes amarme.”
“Un golpe de luz me cegó, o fue mi intuición que falló... Tal vez elegí recorrer el camino más largo, el caso es que fui trás de ti... No supe jugar y perdí.”
“Cuando no tuve nada que perder, lo perdí todo. Cuando dejé de ser quién era, me encontré a mi mismo. Cuando conocí la humillación y aún así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.”
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De prontomientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.”
“Hombre pequeñito que jaula me das. Digo pequeñito porque no me entiendes, ni me entenderás. Tampoco te entiendo, pero mientras tanto ábreme la jaula que quiero escapar. Hombre pequeñito, te amé media hora, no me pidas más.”