“Y la forma en que sujetaba el arpa entre sus piernas me hizo pensar en... bueno, en las cosas en que piensan continuamente los muchachos de quince años.”
“Y en el comienzo de mi historia, me deslizo a toda velocidad. Pedaleo colina arriba, colina abajo entre campos de arroz. Tengo quince años y una bici de carreras Orbea con la que corto en zigzag los veranos bajo el ímpetu de mis piernas kilométricas. Son los días en los que el vértigo funciona de manera inversa, asaltándome cuando me detengo. Así que vuelo, me escapo. El niño huye del hombre en que se convierte cuando se queda quieto.”
“Cerró los ojos y en los labios sintió sus labios calientes, y en las mejillas sus lágrimas, que quizá no eran suyas, y en la cabeza sus manos ligeras, sujetándosela y conteniendo los pensamientos, confinándolos en el espacio que ya no existía entre ellos.”
“Escribo, ella escribió, que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria.”
“El pasado se queda contigo en la forma en que el azúcar en polvo se queda en tus dedos. Algunos pueden sacárselo de encima pero todavía esta allí, los eventos y las cosas que te empujaron adonde estás ahora.”
“La democracia, como yo la veo, es una forma de oligarquía en la que el pueblo, ignorante, cree participar, pero en realidad las elecciones no son más que una coartada para que, aunque rotando, manden siempre los mismos. El secreto de la democracia reside en hacer creer al pueblo que piensa y decide, no en hacerles pensar y decidir realmente.”