“Ellos ríen. Verse reír los vuelve locos de alegría. Ella le pide que la avise cuando un día se lance a amarla y a saberlo, si alguna vez sucede. Después de haber reído, lloran juntos como cada día. Cuando ella se va el sol se precipita, estalla en la habitación. Cuando ella cierra la puerta, la habitación cae en la oscuridad, y el entra ya en la espera de la noche”