“Leía mucho. Pero con la lectura pasa lo mismo, ya sabes… sólo obtienes algo de los libros si eres capaz de poner algo tuyo en lo que estás leyendo. Quiero decir que sólo si te aproximas al libro con el ánimo dispuesto a herir y ser herido en el duelo de la lectura, a polemizar, a convencer y ser convencido, y luego, una vez enriquecido con lo que has aprendido, a emplearlo en construir algo en la vida o en el trabajo”La mayor parte de la gente no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso”… a veces las personas son buenas porque no tienen inhibiciones que les impiden actuar con maldad. … Y luego están los que son buenos porque son demasiado cobardes para ser malos”El burgués tiene que estar toda la vida demostrando quién es. El aristócrata ya ha demostrado quién es en el momento de nacer”No me gusta entregarme a los sentimientos…pero el sentimiento de la amistad es mucho más complicado y delicado que el del amor”Ya ves lo ingenuos que somos. Tendemos a creer que los asuntos propios, los verdaderos, son acontecimientos de relevancia mundial”No es cierto que el sufrimiento nos purifique y nos haga mejores, más sabios y comprensivos. Nos vuelve demasiado lúcidos, fríos e indiferentes”Y entonces te das cuenta de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta: ya no quieres saber nada de él, no le deseas nada malo ni nada bueno, ya no puede hacerte sufrir”