“Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que mi amor nunca sepa que un día lloré por él.”

Paulo Coelho

Explore This Quote Further

Quote by Paulo Coelho: “Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que… - Image 1

Similar quotes

“Nuestra Señora, devuélvemela fe. Que yo pueda ser también un instrumento de Tu trabajo. Dame la oportunidad de aprender a través de mi amor. Porque el amor nunca apartó a nadie de sus sueños. »Que yo sea compañera y aliada del hombre que amo. Que él haga todo lo que tenga que hacer… a mi lado.”


“Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello.Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.”


“Pero nunca debemos olvidar que una experiencia espiritual es sobre todo una experiencia práctica del Amor. Y en el amor no existen reglas. Podemos intentar guiarnos por un manual, controlar el corazón, tener una estrategia de comportamiento… Pero todo eso es una tontería. Quien decide es el corazón, y lo que él decide es lo que vale. Todos hemos experimentado eso en la vida. Todos, en algún momento, hemos dicho entre lágrimas: «Estoy sufriendo por un amor que no vale la pe-na.» Sufrimos porque descubrimos que damos más de lo que recibimos. Sufrimos porque nuestro amor no es reconocido. Sufrimos porque no conseguimos imponer nuestras reglas. Sufrimos impensadamente, porque en el amor está la semilla de nuestro crecimiento. Cuando más amamos, más cerca estamos de la experiencia espiritual. Los verdaderos iluminados, con las almas encendidas por el Amor, vencían todos los prejuicios de la época.”


“icen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella.Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirá, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando.Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto os ha venido su nombre a la cabeza.Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (le sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarte…Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.”


“El Alquimista cogió un libro que alguien de la caravana había traído. El volumen estaba sin las tapas, pero logró identificar su autor: Oscar Wilde. Mientras lo hojeaba, encontró una historia sobre Narciso. El Alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso muchacho que todos lod días iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba tan fascinado por sí mismo, que un día cayó dentro del lago y murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso. Pero no era así como Oscar Wilde ponía fin a la historia. Él decía que cuando Narciso murió, vinieron las Oréiadas-diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas. - Por qué lloráis?- preguntaron las Oréiadas. - Lloro por Narciso,- respondió el lago. - Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso- prosiguieron diciendo ellas-. Al gin y al cabo, a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque, vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza. - Entonces, ¿era bello Narciso?- preguntó el lago. - ¿Quién sino vos podría saberlo?- respondieron, sorprendidas, las Oréiadas-. Después de todo, era sobre vuestra orilla donde él se inclinaba todos los días. El lago quedóse inmóvil unos instantes. Finalmento dijo: - Lloro por Narciso, pero nunca me habñia dado cuenta de que Narciso fuese bello. - Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada. Qué historia tan hermosa- dijo el Alquimista.”


“Na margem do rio Piedra... Eu me sentei e chorei.Conta a lenda que tudo que cai nas águas deste rio - as folhas, os insetos, as penas das aves - se transforma nas pedras do seu leito.Ah, quem dera eu pudesse arrancar o coração do meu peito e atira-lo na correnteza, e então não haveria mais dor, nem saudade, nem lembranças.Ás margens do rio Piedra eu me sentei e chorei.O frio do inverno fez com que eu sentisse as lágrimas em meu rosto, e elas se misturaram com as aguas geladas que correm diante de mim.Em algum lugar este rio se junta com outro, depois com outro, até que - distante dos meus olhos e do meu coração - todas estas águas se misturam com o mar.Que as minhas lágrimas corram assim para bem longe, para que meu amor nunca saiba que um dia chorei por ele. Que minhas lágrimas corram para bem longe, e então eu esquecerei do rio Piedra, do mosteiro, da igreja nos Pirineus, da bruma, dos caminhos que percorremos juntos.Eu esquecerei as estradas, as montanhas, e os campos de meus sonhos - sonhos que eram meus, e que eu não conhecia.”