“Siempre lo miraría, buscando saber cuál era la estrella que él debía de estar siguiendo en busca del tesoro. Tendría que mandar sus besos con el viento, en la esperanza de que tocase el rostro del muchacho y le contase que estaba viva, (...)”

Paulo Coelho

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“El Enemigo es una parte de Ágape y está allí para poner a prueba nuestra mano y nuestra voluntad en el manejo de la espada. Fue colocado en nuestras vidas, y nosotros en la vida de él, con un propósito. Este propósito tiene que ser satisfecho. Por eso, huir de la lucha es lo peor que puede sucedernos. Es peor que perder la lucha, porque en la derrota siempre podemos aprender algo, pero en la fuga todo lo que logramos es declarar la victoria de nuestro Enemigo.”


“El Alquimista cogió un libro que alguien de la caravana había traído. El volumen estaba sin las tapas, pero logró identificar su autor: Oscar Wilde. Mientras lo hojeaba, encontró una historia sobre Narciso. El Alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso muchacho que todos lod días iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba tan fascinado por sí mismo, que un día cayó dentro del lago y murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso. Pero no era así como Oscar Wilde ponía fin a la historia. Él decía que cuando Narciso murió, vinieron las Oréiadas-diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas. - Por qué lloráis?- preguntaron las Oréiadas. - Lloro por Narciso,- respondió el lago. - Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso- prosiguieron diciendo ellas-. Al gin y al cabo, a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque, vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza. - Entonces, ¿era bello Narciso?- preguntó el lago. - ¿Quién sino vos podría saberlo?- respondieron, sorprendidas, las Oréiadas-. Después de todo, era sobre vuestra orilla donde él se inclinaba todos los días. El lago quedóse inmóvil unos instantes. Finalmento dijo: - Lloro por Narciso, pero nunca me habñia dado cuenta de que Narciso fuese bello. - Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada. Qué historia tan hermosa- dijo el Alquimista.”


“El amor es siempre nuevo. No importa que amemos una, dos, diez veces en la vida: siempre estamos ante una situación que no conocemos. El amor puede llevarnos al infierno o al paraíso, pero siempre nos lleva a algún sitio. Es necesario aceptarlo, pues es el alimento de nuestra existencia. Si nos nega-mos, moriremos de hambre viendo las ramas del árbol de la vida cargadas, sin coraje para estirar la mano y coger los frutos. Es necesario buscar el amor donde esté, aunque eso signifique horas, días, semanas de decepción y tristeza. Porque en el momento en que salimos en busca del amor, el amor también sale a nuestro encuentro. Y nos salva.”


“La viuda sonrio, sus ojos brillaron y el pudo observar lo bonita que era... Elias lleno otra vez la copa. Su corazon empezaba a alarmarse; le gustaba estar al lado de aquella mujer. El amor podia ser una experienncia mas temible que estar ante un soldado de Ajab con una flecha apuntandole al corazon. Si la flecha lo alcanzase, el estaria muerto, y el resto quedaria a cargo de Dios; pero si el amor lo hiriera, el mismo tendria que asumir las consecuencias.”


“Sí mi mente estaba volando. Me gustaría estar allí con alguien que me dejase el corazón en paz, alguien con quien pudiese vivir aquel momento sin miedo de perderlo al día siguiente. Así el tiempo pasaría más despacio; po-dríamos quedarnos en silencio, ya que tendríamos el resto de la vida para conversar. Yo no tendría que estar preocupándome de temas serios, decisiones difíciles, palabras duras.”


“icen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella.Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirá, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando.Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto os ha venido su nombre a la cabeza.Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (le sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarte…Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.”