“Ahora es preciso que desheches la pereza; que no se alcanza la fama reclinado en blanda pluma ni al abrigo de colchas; y el que consume su vida sin gloria, deja en pos de sí el mismo rastro que el humo en el aire o la espuima en el agua. Ea, pues, levántate; domina la fatiga con el alma, que vence todos los obstáculos mientras no se envilece con la pesadez del cuerpo.”