“El mensaje revolucionario de la física cuántica es que, si bien reina un cierto orden en el universo (ondas o partículas), existe algo más que el mero plano físico. Se puede cuantificar la materia, pero es la mente la que determina lo que sabemos. Nuestros pensamientos y sentimientos también desempeñan un papel a la hora de determinar cómo funciona el universo y cómo lo percibimos. El modo en que pensamos tiene consecuencias físicas en lo que percibimos, hecho que ha dado pie a una revolución tanto en la física como en la filosofía y en la investigación de la conciencia.”
“A veces escribir es un trabajo: trazar oblicuamente el camino de ciertas ideas que nos parece indispensable poner en la mesa. Pero otras es conceder lo que queda, aceptar el museo y contemplar el saldo en espera de la muerte, pedirle perdón al mar por lo que se jodió. Poner en la mesa nuestras cajitas y saber que lo que se acabó era también todo el universo.”
“De lo que hemos dicho se desprende que la tarea del poeta es describir no lo que haacontecido, sino lo que podría haber ocurrido, esto es, tanto lo que es posible comoprobable o necesario. La distinción entre el historiador y el poeta no consiste en queuno escriba en prosa y el otro en verso; se podrá trasladar al verso la obra de Herodoto, yella seguiría siendo una clase de historia. La diferencia reside en que uno relata lo que hasucedido, y el otro lo que podría haber acontecido. De aquí que la poesía sea másfilosófica y de mayor dignidad que la historia.”
“El Enemigo es una parte de Ágape y está allí para poner a prueba nuestra mano y nuestra voluntad en el manejo de la espada. Fue colocado en nuestras vidas, y nosotros en la vida de él, con un propósito. Este propósito tiene que ser satisfecho. Por eso, huir de la lucha es lo peor que puede sucedernos. Es peor que perder la lucha, porque en la derrota siempre podemos aprender algo, pero en la fuga todo lo que logramos es declarar la victoria de nuestro Enemigo.”
“El mundo que tenemos que buscar es un mundo en el cual el espíritu creador esté vivo, en el cual la vida sea una aventura llena de alegría y de esperanza, basada más en el impulso de construir que en el deseo de guardar lo que poseemos y de apoderarnos de lo que poseen los demás. Tiene que ser un mundo en el cual el cariño pueda obrar literalmente, el amor esté purgado del instinto de la dominación, la crueldad y la envidia hayan sido disipadas por la alegría y el desarrollo ilimitado de todos los instintos constructivos de la vida y la llenen de delicias espirituales. Un mundo así es posible; espera solamente a que los hombres quieran crearlo.”
“Por otra parte, el diablo no aparecía siempre como una figura repulsiva, sino como un reflejo de la propia conciencia. La culpa nacía de lo que había dejado de hacerse –la vida no vivida– y no de lo que se había hecho. Así, más que por la imagen misma, la angustia era provocada por el vacío en que había caído la existencia como en un pozo interminable […] Dante decía que no hay mayor dolor que en los tiempos de infelicidad recordar los tiempos felices, Quizá no es menor el dolor de imaginar la dicha que nos negó nuestro temor a vivir.”