“Todo el siglo pasado es una historia de miedo. Cuando regresé a Valparaíso, después de mis viajes por lejanas tierras, la primera impresión que me inundó fue de miedo inefable, profundo. Cada calle, cada rincón me trajo recuerdos de miedo, mezclado a veces con travesuras y primeros amores. Miedo a caer en los patines; miedo a pasar por el medio de la plaza; miedo a que me vieran con un sombrero feo; miedo a pasar en compañía de un desconocido; miedo a los exámenes; miedo a llegar tarde; miedo a que me viera el profesor; miedo a llevar libros. Miedo, miedo, miedo. Miedo orgánico, miedo social, de adentro. Todo el siglo pasado estuvo lleno de miedo.”