“Es octubre, un día húmedo. Desde la ventana del hotel veo demasiadas cosas de esta ciudad del Medio Oeste. Veo cómo se encienden las luces de algunos edificios, veo cómo el humo de las altas chimeneas se alza en columnas espesas. Me gustaría no tener que mirar.”
“Vlasta me reprocha que soy un soñador. Parece que no veo las cosas tal como son. No, veo las cosas tal como son, pero además de las cosas visibles veo también las invisibles. Las ideas inventadas no son algo inútil. Son precisamente ellas las que hacen de nuestras casas hogares”
“¿Qué es hoy día la ciudad de México? Una mancha expansiva que se trepa por los cerros. Un inmenso lago desecado que, en venganza por la destrucción a la que fue sometido, va mordisqueando los cimientos de los edificios hasta tragárselos por completo. Un amontonamiento de casas a medio construir que exhiben las varillas de la esperanza de un segundo piso que nunca se construye […]”
“Él tenía razón, y ahora lo veo más claro que nunca. El tiempo no tiene suficientes días para separarnos.Sé que algún día volveremos a estar juntos. En el cielo, en el infierno, en la tierra o en las profundidades del océano. El lugar es lo de menos.”
“Fue un día jodido en la ciudad de la bahía. (...). Hubo además cientos de sucesos singulares acaecidos a particulares: seres que se movían entre las sombras, voces y gritos que salían de las rejillas del alcantarillado, leche que se agriaba, gatos que arañaban a sus dueños, perros que aullaban, y mil personas que al despertar descubrieron que ya no les gustaba el sabor del chocolate. Fue un día jodido.”
“Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas”