“Los ojos se le llenaron de vida, después de un leve parpadeo miró a Lissa y sonrió.Era como estar viendo una peli de Disney”
“-—No puedo... -susurró.Y miró a Christian, y vio que él seguía observándola, y por primera vez vio con claridad que sus ojos azules, habitualmente fríos como cristales de hielo, estaban llenos de ternura.—No... -dijo.Pero, cuando Christian se inclinó para besarla, Victoria le echó los brazos al cuello y se acercó más a él, y cerró los ojos, y se dejó llevar; y, cuando los labios de él rozaron los suyos, fue como una especie de descarga que la hizo estremecerse de arriba abajo. Se abandonó a aquel beso, sintiendo que se derretía y, cuando finalizó, los dos se abrazaron, temblando, bajo la luna llena.”
“Había fracasado tantas veces que uno también se cansa de fracasar, así como uno se cansa de vencer y de estar sano y de llevar una vida normal.”
“Los ojos se me llenaron de lágrimas. El dolor del duelo es como un invitado borracho, cuando parece que se ha marchado, vuelve a darte un último abrazo.”
“Estoy seguro de que mi papá no padeció la tentación del martirio antes de la muerte de Marta, pero después de esa tragedia familiar cualquier otro inconveniente parecía pequeño, y cualquier precio ya no parecía tan alto como antes. Después de una gran calamidad la dimensión de los problemas sufre un proceso de achicamiento, de miniaturización pues a nadie le importa un pito que le corten un dedo o que le roben el carro si se le ha muerto un hijo.”
“Pienso que en la vida de cada uno de nosotros existe un libro similar, que de pequeños no nos limitamos simplemente a leer, sino que inspeccionamos y rebuscamos en cada uno de sus rincones como si de una habitación se tratara. Un libro así, rebuscado como una habitación, escrutado o interrogado como una cara en cada rasgo y arruga, nunca podremos juzgarlo como se juzga un libro, porque para nosotros ha abandonado la zona de los libros y ha pasado a vivir a la zona de la memoria y de los afectos.”