“Me tembló el alma. ¿Qué hacer, qué podría hacer para triunfar, para tener dinero, mucho dinero? [...] comprendí que nunca me resignaría a la vida penuriosa que sobrellevaban naturalmente la mayoría de los hombres”
“¿Por qué hizo falta que fuera lastimado hasta el límite de su vida para que me diera cuenta? Porque soy egoísta. Soy una cobarde. Soy el tipo de chica que, cuando podría ser útil de verdad, huiría para seguir con vida y abandonaría a los que no la pudieran seguir para que sufrieran y murieran..”
“Yo creo que ser de clase media en un país con más de 50 millones de pobres es ser privilegiado. Y los privilegiados tienen la obligación de regresar algo al país que les ha permitido obtener esa posición. Porque, ¿para qué sirve la experiencia, el conocimiento, el talento, si no se usa para hacer de México un lugar más justo? ¿Para qué sirve el ascenso social si hay que pararse sobre las espaldas de otros para conseguirlo? ¿Para qué sirve la educación si no se ayuda a los demás a obtenerla? ¿Para qué sirve la riqueza si hay que erigir cercas electrificadas acada vez más altas para defenderla? ¿Para qué sirve ser habitante de un país si no se asume la responsabilidad compartida de asegurar vidas dignas allí?”
“Pero un tipo de libro que a casi nadie le gusta leer es un libro sobre leyes. Los libros sobre leyes son muy largos, muy aburridos y muy difíciles. Es una de las razones por las que muchos abogados ganan tanto dinero. El dinero es un incentivo —la palabra «incentivo» significa aquí «recompensa ofrecida para que hagas algo que no quieres hacer»— para leer libros largos, aburridos y difíciles.”
“Parar de leer novelas exige mucha fuerza. Hay que tener ganas de vivir, de correr, de crecer. (...) Me interesé antes por los libros que por la vida. Desde entonces, no he cesado de utilizar la lectura como un medio para hacer desaparecer el tiempo, y la escritura como un medio para retenerlo.”
“Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres.”