“La vida es una maldita enfermedad que a todos nos acaba matando.”

“De entre todas las frutas amargas de la vida, la muerte no es, ni con mucho, la peor. Lo malo es vivir lejos de una misma, que es como vivo yo desde hace años, desde que me trasladé a esta ciudad que no existe y que, sin embargo, se llama Madrid. Madrid no existe, pues; es un sueño provocado por una enfermedad, por unas medicinas que tomamos para combatir alguna enfermedad. Todos los que estamos en Madrid no existimos.”

“Bueno, todos debemos hacer cosas que no nos gustan, la vida es así.”

“Una civilización que niega a la muerte, acaba por negar a la vida.”

“Es una realidad de la vida el hecho de que todos nos encontramos a uno u otro lado de un muro, de modo que la única solución es olvidarse de él o desarrollar unos dedos resistentes.”

“¿Será que lo doméstico -ese veneno que acaba con las pasiones y que también llamamos cotidianidad- lo arruina todo? [...] ¿Es el genio, como insisten algunos, una persona insoportablemente normal en la vida cotidiana? ¿Se puede ser genial todo el rato?”