“Son realmente hermosas pero vacías rosas -añadió el principito- Uno se siente impulsado a dejarse morir por ustedes”
“No sois en absoluto parecidas a mi rosa, no sois nada aún —les dijo—. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo…Y las rosas se sintieron bien molestas.—Sois bellas, pero estáis vacías —les dijo todavía—. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.Y volvió hacia el zorro:—Adiós —dijo.—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.—Lo esencial es invisible a los ojos —repitió el principito, al fin de acordarse.—El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.—El tiempo que perdí por mi rosa… —dijo el principito, a fin de acordarse.—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…—Soy responsable de mi rosa… —repitió el principito, a fin de acordarse.”
“¿Cómo puede el cuerdo saber lo que realmente se siente cuando se está loco?”
“—El amor es como una borrachera. Cuando uno tiene la botella al lado se siente feliz. Pero luego se acaba, uno se duerme y al otro día se despierta con dolor. Después uno promete no volver a tomar... ¿Todavía la quiere?”
“También es cierto que se dejó encandilar, como tantos otros, por la engañosa armonía de la derrota, por el encanto y el olor de esas flores que se marchitan hermosas en la imaginación pero que se pudren siniestras en las manos”
“¿Por qué tienen que pegarle etiquetas a todo? ¿Por qué no se dan cuenta de que uno simplemente se enamora de alguien? ¿Ustedes nunca se han enamorado de nadie?”