“El amor verdadero no era precisamente uno de esos absolutos; pregunta en la cual la palabra <>, sin embargo, tenía tanto que ver con la empleada por Kant o Hegel como la palabra <> con un descarrilamiento o un terremoto, con sus aullidos y su sangre. Bruno respondía que, a su juicio, la calidad del amor que hay entre dos seres que se quieren cambia de un instante a otro, haciéndose de pronto sublime, bajando luego hasta la trivialidad, convirtiéndose más tarde en algo afectuoso y cómodo, para repentinamente convertirse en un odio trágico o destructivo".”