“—¿Por qué sigues creyendo en Dios? ¿No estás enfadada con Él por todas las cosas malas que te han pasado?Ella interrumpió lo que estaba haciendo y se volvió hacia él. Gabriel parecía muy infeliz.—A todo el mundo le pasan cosas malas. ¿Por qué iba a ser yo distinta a los demás?—Porque eres buena.Ella se miró las manos.—El universo no se basa en la magia. No hay unas reglas para las personas buenas y otras para las personas malas. Todo el mundo sufre en un momento u otro. Lo importante es lo que haces con tu dolor, ¿no crees?”