“Somos todo lo que nos queda. Tenemos que ser capaces de seguir unidos, pase lo que pase. Si no nos tenemos los unos a los otros, no tenemos nada.”
“¿Será verdad, como dice la religiòn que resucitaremos de entre los muertos, que volveremos a vernos los unos a los otros, que veremos a todos?. Resucitaremos sin falta, nos veremos sin falta y con gozo y alegría nos contaremos los unos a los otros todo lo que nos haya sucedido.¡Oh, qué hermoso será".”
“—Todos tenemos nuestros secretos —aseguró Silvana mientras se encogía ligeramente de hombros—. Todos absolutamente todos. Lo que sucede es que los de algunas personas son más escalofriantes de lo que puedan imaginar los demás.”
“Tenemos miedos. Todos tenemos miedos, aunque lo bueno de esta vida es que casi nadie nos pregunta cuáles son los nuestros. Los intuyen, los huele, se encuentran con ellos en un día en un aeropuerto, en medio de una calle oscura, al subir a un autobús en una ciudad desconocida… Y de repente se dan cuenta de que somos miedosos al volar, a la oscuridad, a que nos roben o a amar y entregar en el sexo parte de nosotros”
“-Estamos hechos el uno para el otro-susurró-. ¿Puede ser que predestinados el uno al otro? Pero nada saldrá de todo esto. Una pena, pero cuando llegue el alba nos separaremos. No puede ser de otro modo. Tenemos que separarnos para no hacernos daño el uno al otro. Nosotros, predestinados el uno al otro. Hechos el uno para el otro. Una pena. Aquel o aquellos que nos crearon el uno para el otro deberían haberse preocupado de algo más. La mera predestinación no basta, es muy poco. Hace falta algo más. Perdóname. Tenía que decirlo.-Lo sé.”
“Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta.”