“—El tío James es un gruñón —le explicó Kelsey al perro después de queeste le diese un húmedo lametón—. Se hace el duro, pero después de un par dedías contigo ya verás cómo acaba rendido a tus pies… El perro ladró feliz, como si comprendiese las palabras de Kelsey mientrasmovía frenéticamente el rabo. James dio varios pasos hacia atrás.—¿Cómo que un par de días? —preguntó, acalorado por la cantidad deemociones negativas que se agolpaban en su interior. Kelsey le miró confundida.—¡Hombre, no lleva collar, parece que no tiene dueño! Y está solito… —Dedicó un puchero al animal mientras le daba mimos. El perro gimoteóagradecido. Después Kelsey le dirigió una desagradable mirada a James—.Además, si te hemos recogido a ti, ¿cómo no vamos a acoger a este perro, quees más adorable y simpático que tú? El animal le lamió de nuevo la mejilla derecha. James miró asqueado lafeliz escena. —¿Acabas de compararme con un perro?”

Silvia Hervás

Silvia Hervás - “—El tío James es un gruñón —le explicó...” 1

Similar quotes

“James se disponía a contestar el último comentario de Kelsey cuando oyóun extraño ruido en la cuneta. Se giró sobresaltado. —¿Qué ha sido eso? —preguntó señalando la maleza. —¿Un oso, un lobo, un tigre…? —Kelsey sonrió con ganas—. ¿Qué pasa, tienes miedo? James le dirigió una mirada sombría. —Tranquila, después de haberos conocido a ti y al resto de tu familia ya no tengo capacidad para temer nada más —dijo—. Con el día de hoy ha sido más que suficiente.”

Silvia Hervás
Read more

“Se dice que en toda manada de lobos hay un perro al que la loba mata, porque si lo deja vivir al crecer devoraría a los demás cachorros. Dad un rostro humano a este perro hijo de loba y tendréis el retrato de aquel hombre.”

Victor Hugo
Read more

“—¿Con cuántos has salido tú? —le preguntó.—¿Te refieres a los de estar un par de meses, o a los de pasar un buen rato sin compromisos?—No sé… todos en general… ¿Cuántos?—¿Te crees que me dedico a contarlos o qué?Fue como si le tirasen encima un jarro de agua fría. Entonces, el beso que se habían dado en el cuarto de baño aquella noche, con el historial de Kelsey,no debía de haber significado nada para ella. Claro que para él tampoco,¡faltaría más! Un beso. Un beso… tonto, estúpido e insignificante. Solo eso. Sonríofalsamente e intentó pensar en algo que pudiese dañarla, porque en esemomento, sin saber por qué, él también se sentía extrañamente dolido. —Vaya, así que ¿los jóvenes salidos de la urbanización te conocen como«Kelsey, la chica a domicilio»? —¿Qué estás insinuando?Se levantó del sofá y puso los brazos en jarras. Enarcó las cejas.—Lo que has oído, exactamente. Ni más, ni menos.—¡No te atrevas a insultarme! ¡Ni siquiera me conoces, James!—Ya, pero tú has dicho que tu lista de tíos es tan larga que ni siquiera puedes llevar la cuenta. —Se encogió de hombros y, muy en el fondo, advirtió lasatisfacción que sentía al ver el rostro enojado de Kelsey. Al fin y al cabo, éltambién estaba enojado”

Silvia Hervás Besos de murciélago
Read more

“—No estás bien de la cabeza. Es una película, no hace falta que teidentifiques con ningún personaje en concreto. Simplemente, mírala y cierra laboca —le reprochó Kelsey. Wisky apareció en el salón meneando la colita. Kelsey lo cogió entre losbrazos para subirlo al sofá. —Quita a ese chucho de mi vista —exigió James.—Tiene los mismos derechos que tú.Kelsey lo posó sobre el sofá, y el inglés clavó sus ojos amenazadores en el animal.—… Además, me han contado que anoche estuviste de fiesta con él —añadió Kelsey.—Anoche pasaron muchas cosas que no recuerdo —aclaró James, contrariado.”

Silvia Hervás
Read more

“—Pero ¿qué…? ¡Ah, quita, chucho, quita! ¡Hijo de putifer!James dio un paso a atrás. Sollozó. Aquello era demasiado. El perro acabó de hacer sus necesidades y se fue corriendo escaleras arriba.—¡KELSEY, KELSEY!Kelsey entró asustada en la cocina. Se esperaba lo peor.—¿Qué te pasa ahora, borracho?—¡ME HA MEADO! Tu asqueroso perro se ha meado en mi pierna. Kelsey no pudo evitar reír por lo bajo. Alzó una mano, despreocupada.—Tranquilo, solo está marcando territorio. —Soltó una brusca carcajada y pestañeó en exceso—, ahora eres suyo, James, eres suyo.”

Silvia Hervás
Read more