“James se debatió entonces entre seguir su instinto de supervivencia y huirde allí o lograr que una ilusión de Kelsey se cumpliese. Lentamente, casi conmiedo, acercó su mano hacia la de ella, rozó sus dedos, notó el tacto frío yfinalmente supo que a esas alturas poco o nada podría negarle a Kelsey. Porqueera lo más diferente a él y al mismo tiempo lo más cercano y bonito que jamáshabía tenido.”
“[…] Lentamente, casi con miedo, acercó su mano hacia la de ella, rozó sus dedos, notó el tacto frío y finalmente supo que a esas alturas poco o nada podría negarle a Kelsey. Porque era lo más diferente a él y al mismo tiempo lo más cercano y bonito que jamás había tenido.”
“— Kelsey, ¿entiendes que… te quiero?Más y más silencio. Ambos en un mundo paralelo, lejos de todos los demás. Kelsey tragó saliva despacio y advirtió que estaba a punto de llorar.— Sí.— Entonces lo entiendes todo —concluyó James.”
“—No estás bien de la cabeza. Es una película, no hace falta que teidentifiques con ningún personaje en concreto. Simplemente, mírala y cierra laboca —le reprochó Kelsey. Wisky apareció en el salón meneando la colita. Kelsey lo cogió entre losbrazos para subirlo al sofá. —Quita a ese chucho de mi vista —exigió James.—Tiene los mismos derechos que tú.Kelsey lo posó sobre el sofá, y el inglés clavó sus ojos amenazadores en el animal.—… Además, me han contado que anoche estuviste de fiesta con él —añadió Kelsey.—Anoche pasaron muchas cosas que no recuerdo —aclaró James, contrariado.”
“¡La hostia!, ¡mira qué bien se lo montan algunos!James dio un respingo, sorprendido, y se apartó rápidamente del cuerpo de Kelsey para hacerse a un lado. Marcus, acompañado por otros dos jóvenes,les miraba sonriente apoyado en el marco de la puerta. —Joder con tu hermanita… —objetó uno de sus amigos entre risas.—¡Oye, esto no es lo que estáis pensando! —logró gritar Kelsey, avergonzada. Se puso de pie y comenzó a sacudirse las ropas.James, todavía confuso, imitó sus movimientos.—Ah, ¿no? —Marcus sonrió ampliamente—. ¿Estudiabais anatomía?—¡Cállate ya! —se quejó Kelsey. Después se giró resentida hacia James, apretando los puños—. ¡Todo esto es por tu culpa! ¡Te odio! —exclamó, antes dedesaparecer escaleras arriba hacia su habitación.”
“—Pues tampoco está tan mal… —comentó James en voz alta.—¿Qué es lo que no está tan mal?Sorprendido, dejó caer el sujetador al suelo. Era Kelsey, que le observaba con atención a apenas dos metros de distancia. Estaba de brazos cruzados y, ajuzgar por la agria expresión de su rostro, seguía cabreada. —Decía que…, nada, que no está tan mal esto de tender la ropa —mintió.—Me alegra. Espero que te sirva de lección y lo hagas más a menudo.—No lo dudes —añadió, esforzándose por no reír.—¿Sabes?, hoy estás un poco raro.—Así soy yo: raro y exclusivo —aclaró.—No eres exclusivo en el buen sentido de la palabra, James. En todo caso serías… repulsivo.James frunció el ceño, molesto.”
“James tenía muy claro que debía acostumbrarse a ciertas actividadeshabituales de las que Kelsey disfrutaba, pero esperaba a cambio que ellatambién intentara valorar su modo de vida. Así pues, el siguiente deseo deJames consistía en acudir al centro comercial y hacerle sombra a la películaPretty Woman con Kelsey de protagonista principal. —James, de verdad, no necesito comprarme ropa.—Te aseguro que lo que acabas de decir es una mentira como una catedral. —La miró de arriba abajo descaradamente—. ¡Algún día tendrás que venir a Londres y visitar mi hogar!—¿Y…?—Pues que no podrás ir vestida como una liberal cualquiera. —Suspiró—. No te estoy pidiendo que cambies tu forma de vestir, te pido que amplíes tuarmario y no te cierres ante nuevos horizontes —matizó, haciendo un granesfuerzo por contenerse y no gritarle de golpe que sencillamente cuando fuesea Londres debería seguir un protocolo y tirar todos los trapos que solía llevar.”