“—No estás bien de la cabeza. Es una película, no hace falta que teidentifiques con ningún personaje en concreto. Simplemente, mírala y cierra laboca —le reprochó Kelsey. Wisky apareció en el salón meneando la colita. Kelsey lo cogió entre losbrazos para subirlo al sofá. —Quita a ese chucho de mi vista —exigió James.—Tiene los mismos derechos que tú.Kelsey lo posó sobre el sofá, y el inglés clavó sus ojos amenazadores en el animal.—… Además, me han contado que anoche estuviste de fiesta con él —añadió Kelsey.—Anoche pasaron muchas cosas que no recuerdo —aclaró James, contrariado.”

Silvia Hervás

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Quote by Silvia Hervás: “—No estás bien de la cabeza. Es una película, no… - Image 1

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“—Pues tampoco está tan mal… —comentó James en voz alta.—¿Qué es lo que no está tan mal?Sorprendido, dejó caer el sujetador al suelo. Era Kelsey, que le observaba con atención a apenas dos metros de distancia. Estaba de brazos cruzados y, ajuzgar por la agria expresión de su rostro, seguía cabreada. —Decía que…, nada, que no está tan mal esto de tender la ropa —mintió.—Me alegra. Espero que te sirva de lección y lo hagas más a menudo.—No lo dudes —añadió, esforzándose por no reír.—¿Sabes?, hoy estás un poco raro.—Así soy yo: raro y exclusivo —aclaró.—No eres exclusivo en el buen sentido de la palabra, James. En todo caso serías… repulsivo.James frunció el ceño, molesto.”


“—El tío James es un gruñón —le explicó Kelsey al perro después de queeste le diese un húmedo lametón—. Se hace el duro, pero después de un par dedías contigo ya verás cómo acaba rendido a tus pies… El perro ladró feliz, como si comprendiese las palabras de Kelsey mientrasmovía frenéticamente el rabo. James dio varios pasos hacia atrás.—¿Cómo que un par de días? —preguntó, acalorado por la cantidad deemociones negativas que se agolpaban en su interior. Kelsey le miró confundida.—¡Hombre, no lleva collar, parece que no tiene dueño! Y está solito… —Dedicó un puchero al animal mientras le daba mimos. El perro gimoteóagradecido. Después Kelsey le dirigió una desagradable mirada a James—.Además, si te hemos recogido a ti, ¿cómo no vamos a acoger a este perro, quees más adorable y simpático que tú? El animal le lamió de nuevo la mejilla derecha. James miró asqueado lafeliz escena. —¿Acabas de compararme con un perro?”


“—Y ahora, mi querida Kelsey, es hora de hacer la cena —anunció, conuna enigmática sonrisa en su rostro—. Yo supervisaré que todo salga bien;¡venga, andando!, ya basta de vaguear. —¡Serás…!—¿Qué soy, Kelsey? —preguntó, con un deje amenazador en la voz.—Eres sencillamente… adorable —masculló ella.—Gracias.James se dirigió hacia la escalera, y Kelsey se levantó dispuesta a seguirle. No tenía otra opción.—Capullo. Eres un capullo, eso quería decir —añadió en un susurro que el inglés no llegó a oír.”


“James se debatió entonces entre seguir su instinto de supervivencia y huirde allí o lograr que una ilusión de Kelsey se cumpliese. Lentamente, casi conmiedo, acercó su mano hacia la de ella, rozó sus dedos, notó el tacto frío yfinalmente supo que a esas alturas poco o nada podría negarle a Kelsey. Porqueera lo más diferente a él y al mismo tiempo lo más cercano y bonito que jamáshabía tenido.”


“—Pero ¿qué…? ¡Ah, quita, chucho, quita! ¡Hijo de putifer!James dio un paso a atrás. Sollozó. Aquello era demasiado. El perro acabó de hacer sus necesidades y se fue corriendo escaleras arriba.—¡KELSEY, KELSEY!Kelsey entró asustada en la cocina. Se esperaba lo peor.—¿Qué te pasa ahora, borracho?—¡ME HA MEADO! Tu asqueroso perro se ha meado en mi pierna. Kelsey no pudo evitar reír por lo bajo. Alzó una mano, despreocupada.—Tranquilo, solo está marcando territorio. —Soltó una brusca carcajada y pestañeó en exceso—, ahora eres suyo, James, eres suyo.”


“James se disponía a contestar el último comentario de Kelsey cuando oyóun extraño ruido en la cuneta. Se giró sobresaltado. —¿Qué ha sido eso? —preguntó señalando la maleza. —¿Un oso, un lobo, un tigre…? —Kelsey sonrió con ganas—. ¿Qué pasa, tienes miedo? James le dirigió una mirada sombría. —Tranquila, después de haberos conocido a ti y al resto de tu familia ya no tengo capacidad para temer nada más —dijo—. Con el día de hoy ha sido más que suficiente.”