“—Señora Graham, ¿le importaría disculparme? Quisiera darme una ducha rápida —pidió educadamente. Ella le sonrió con ternura.—¡Claro que sí, cariño! —exclamó—. Las toallas limpias están en el mueblede abajo —le indicó.—No se preocupe, traigo mi propio juego de toallas de rizo y algodón puro, cien por cien natural —sonrió tímidamente—. Es que, ¿sabe?, tengo la piel muy sensible. Kelsey rió a carcajada limpia y apoyó una mano en el hombro de la señora Graham, balanceándose ligeramente. —¡Dios, mamá! ¿Dónde encargaste a este engendro?, ¿en eBay?”

Silvia Hervás

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“—Hagamos un pacto —le pidió—. Si tu amiga loca intenta desnudarmeme defenderás. No puedes dejarme solo. —¿Y qué recibo yo a cambio de protegerte?—¿Es que no puedes conformarte con mi cara bonita? —le reprochó James, señalándose el rostro.—El trato no me convence, lo siento. —Se encogió de hombros.El inglés se inclinó hacia ella peligrosamente.—Tu madre dijo que teníamos que ser como uña y carne —le recordó—. Yo seré la carne, obviamente es más suave. Tú serás la uña sucia. Tenemos queobedecer a la señora Graham. —¡Ni en tus mejores sueños! Me da absolutamente igual lo que mi madrediga.”


“James se disponía a contestar el último comentario de Kelsey cuando oyóun extraño ruido en la cuneta. Se giró sobresaltado. —¿Qué ha sido eso? —preguntó señalando la maleza. —¿Un oso, un lobo, un tigre…? —Kelsey sonrió con ganas—. ¿Qué pasa, tienes miedo? James le dirigió una mirada sombría. —Tranquila, después de haberos conocido a ti y al resto de tu familia ya no tengo capacidad para temer nada más —dijo—. Con el día de hoy ha sido más que suficiente.”


“—No estás bien de la cabeza. Es una película, no hace falta que teidentifiques con ningún personaje en concreto. Simplemente, mírala y cierra laboca —le reprochó Kelsey. Wisky apareció en el salón meneando la colita. Kelsey lo cogió entre losbrazos para subirlo al sofá. —Quita a ese chucho de mi vista —exigió James.—Tiene los mismos derechos que tú.Kelsey lo posó sobre el sofá, y el inglés clavó sus ojos amenazadores en el animal.—… Además, me han contado que anoche estuviste de fiesta con él —añadió Kelsey.—Anoche pasaron muchas cosas que no recuerdo —aclaró James, contrariado.”


“—El tío James es un gruñón —le explicó Kelsey al perro después de queeste le diese un húmedo lametón—. Se hace el duro, pero después de un par dedías contigo ya verás cómo acaba rendido a tus pies… El perro ladró feliz, como si comprendiese las palabras de Kelsey mientrasmovía frenéticamente el rabo. James dio varios pasos hacia atrás.—¿Cómo que un par de días? —preguntó, acalorado por la cantidad deemociones negativas que se agolpaban en su interior. Kelsey le miró confundida.—¡Hombre, no lleva collar, parece que no tiene dueño! Y está solito… —Dedicó un puchero al animal mientras le daba mimos. El perro gimoteóagradecido. Después Kelsey le dirigió una desagradable mirada a James—.Además, si te hemos recogido a ti, ¿cómo no vamos a acoger a este perro, quees más adorable y simpático que tú? El animal le lamió de nuevo la mejilla derecha. James miró asqueado lafeliz escena. —¿Acabas de compararme con un perro?”


“—Vamos a estar juntos —le susurró al oído. Kelsey se calmó poco a poco, con el rostro escondido en su pecho—. No importa la distancia; así, cuando nos veamos, tendremos más ganas de intentar matarnos el uno al otro —Sonrió al oír que ella empezaba a reír—, seguro que todo saldrá bien.”


“James tenía muy claro que debía acostumbrarse a ciertas actividadeshabituales de las que Kelsey disfrutaba, pero esperaba a cambio que ellatambién intentara valorar su modo de vida. Así pues, el siguiente deseo deJames consistía en acudir al centro comercial y hacerle sombra a la películaPretty Woman con Kelsey de protagonista principal. —James, de verdad, no necesito comprarme ropa.—Te aseguro que lo que acabas de decir es una mentira como una catedral. —La miró de arriba abajo descaradamente—. ¡Algún día tendrás que venir a Londres y visitar mi hogar!—¿Y…?—Pues que no podrás ir vestida como una liberal cualquiera. —Suspiró—. No te estoy pidiendo que cambies tu forma de vestir, te pido que amplíes tuarmario y no te cierres ante nuevos horizontes —matizó, haciendo un granesfuerzo por contenerse y no gritarle de golpe que sencillamente cuando fuesea Londres debería seguir un protocolo y tirar todos los trapos que solía llevar.”