“Mis botas de combate con plataformas abren el camino. Y mantengo mi cabeza en alto hacia mi gran entrada, de la mano del chico que me dio la luna y las estrellas.”
“Porque eso es lo que pasa con la depresión. Cuando la sientes profundamente, no quieres dejarla ir. Se convierte en una comodidad. Yo quiero cubrirme dentro de su peso y respirarla en mis pulmones. Quiero alimentarla, hacerla crecer, cultivarla. Es mía. Yo quiero ser una con ella, ir a la deriva envuelta en sus brazos y no despertar en un largo, largo tiempo.”
“Algunas personas son quisquillosas acerca de ir al cine solas, pero yo no. Porque cuando las luces se apagan, la única relación que queda en la sala es la que hay entre a película y yo.”
“Desde que puedo recordar, siempre he hablado con la luna. Le pido consejos. Hay algo profundamente espiritual en su pálido resplandor, su superficie llena de cráteres, sus crecientes y sus menguantes. Usa un vestido nuevo todas las noches pero siempre es ella misma.Y siempre está ahí.”
“¡Oh, Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre, bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar; hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma; en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna, estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche.”
“Dios, las estrellas ya no sirven: apágalas de una en una.Desmantela el sol y embala la luna.”
“Este es mi gran obstáculo, la más grande de todas las limitaciones marcando mi camino. En mi mente soy elocuente; puedo escalar intrincados peldaños de palabras para llegar al más alto techo de la catedral y pintar mis pensamientos. Pero cuando abro mi boca, todo se viene abajo”