“Las palabras que tengo que deciros son más amargas que la ceniza.Entonces ¡escúpelas ya! No serán más dulces por no pronunciarlas.”
“No hay que tener miedo a las palabras. (...). Hay que llamar a las cosas por su nombre, sin miedo. (...) Yo ya no tengo miedo a las palabras, porque ya no le tengo miedo a la verdad. Cuando tu vida es lo que está en juego, no soportas los rodeos.”
“En la vida uno sufre más por las cosas que van a pasar que por las que están pasando.”
“Las verdades más dolorosas son a las que más hay que aferrarse.”
“Quería eso, pero esperaba más. Sufre uno por aquello que espera, más que por lo que quiere. Aceptamos que los deseos puedan ser imposibles, pero jamás las expectativas, que son como las deudas del destino.”
“A veces, son las cosas que dan miedo en la vida las que más valen la pena.”