“Esos ojos verdes se fijan en un punto con tal intensidad que tratas de encontrar lo que ella ve.. perfección, es suficiente para mí.”
“En algún momento hay que dejar de correr y hacerles frente a tus enemigos, lo difícil es reunir el valor suficiente para hacerlo.”
“Empiezo a recuperar la concentración cuando Caesar le pregunta si tiene una novia en casa.Peeta vacila y después sacude la cabeza, aunque no muy convencido.—¿Un chico guapo como tú? Tiene que haber una chica especial. Venga, ¿cómo se llama?—Bueno, hay una chica —responde él, suspirando—. Llevo enamorado de ella desde que tengo uso de razón, pero estoy seguro de que ella no sabía nada de mí hasta la cosecha.La multitud expresa su simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.—¿Tiene otro?—No lo sé, aunque les gusta a muchos chicos.—Entonces te diré lo que tienes que hacer: gana y vuelve a casa. Así no podrá rechazarte, ¿eh? —lo anima Caesar.—Creo que no funcionaría. Ganar… no ayudará en mi caso.—¿Por qué no? —pregunta Caesar, perplejo.—Porque… —empieza a balbucear Peeta, ruborizándose—. Porque… ella esta aquí conmigo.”
“Y, de repente, es como si no existiera nadie más en el mundo que estas dos personas que atraviesan el espacio para encontrarse. Chocan, se abrazan, pierde el equilibro, se dan contra una pared y allí se quedan, convertidos en un solo ser indivisible. [pp. 194]”
“¿Por qué me lo cuentas ahora?-Porque no quiero que olvides lo distintas que son nuestras circunstancias. Si mueres y yo vivo, no quedará nada para mí en el Distrito 12. Tú lo eres todo para mí -me dice-. Nunca volvería a ser feliz. [pp. 367]”
“Es el primer beso del que ambos estamos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo. [pp. 319]”
“El se queda paralizado, aunque no se aparta, así que sigo acariciándole dulcemente el cabello. Es la primera vez que lo toco por voluntad propia desde la última arena.-Sigues intentando protegerme. ¿Real o no? -susurra.-Real -respondo; quizá deba explicarlo mejor-. Porque eso es lo que nosotros dos hacemos: nos protegemos el uno al otro. [pp.327]”