“«Mientras, seguían abriendo túnel, guiados por las zapas expertas de don Tejón. De repente, éste se detuvo y volviéndose hacia el zorro..."Amigo zorro", le confesó, "estoy algo preocupado por lo que estamos haciendo"."¿Y qué estamos haciendo, si puede saberse?", le preguntó don Zorro."Pues qué va a ser... ¡robar!", exclamó el tejón.Don Zorro dejó de cavar y se volvió estupefacto hacia su amigo:"Mi buen tejón...", comenzó el zorro. "¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Si tus hijos se están muriendo de hambre... ¿es que no piensas ayudarles?"Don Tejón asintió cabizbajo. "A ti lo que te pasa", continuó el zorro, "es que eres demasiado bueno"."¿Y qué hay de malo en eso?", le preguntó el tejón."¡Nada... sólo que nuestros enemigos son demasiado malos! ¿Te das cuenta de que Benito, Buñuelo y Bufón nos quieren matar?""Claro que me doy cuenta...", dijo el tejón con tristeza."Nosotros, en cambio, no queremos matarles a ellos..."¡Dios nos libre!", exclamó el buen tejón."Sólo pretendemos", continuó el zorro, "distraerles un poco de comida para alimentarnos nosotros y nuestras familias... ¿Qué hay de malo en ello?""Supongo que nada", murmuró el tejón."¡Son ellos los que nos hacen la guerra", exclamó el zorro. "¡Nosotros somos animales pacíficos!"»”