“Oh, dioses de las mujeres cuyos padres quieren castrar a sus novios en el vestíbulo del Four Seasons, por favor, no permitáis que lleve ningún objeto cortante.”
“Mi padre dice que esos quienes quieren el poder y lo consiguen, viven en el terror por perderlo. Es por eso que tenernos que darle el poder a esos que no lo quieren.”
“Hundirás tu cabeza, tus ojos abiertos, en el pelo plateado de Consuelo, la mujer que volverá a abrazarte cuando la luna pase, tea tapada por las nubes, los oculte a ambos, se lleve en el aire, por algún tiempo, la memoria de la juventud, la memoria encarnada.”
“Estoy seguro de que en el transcurso de vuestra vida os habréis dado cuenta de que las habitaciones de las personas reflejan su personalidad. En mi habitación, por ejemplo, he reunido una colección de objetos que son importantes para mí, y que incluyen un polvoriento acordeón en el que puedo tocar algunas canciones tristes, un legajo de notas sobre las actividades de los huérfanos Baudelaire y una fotografía borrosa, hecha hace mucho tiempo, de una mujer llamada Beatrice. Son objetos muy valiosos e importantes para mí.”
“Podría decirse que las personas van cayendo en silencio, una tras otra, por el borde del mundo que me pertenece. Todas encaminan hacia allí sus pasos y, de repente, desaparecen. Quizás el borde del mundo esté en aquel lugar.”
“Actualmente, hablamos de lenguajes en plural, por tanto, de lenguajes cuyo significante no es la palabra: por ejemplo, el lenguaje del cine, de las artes figurativas, de las emociones, etcétera. Pero éstas son acepciones metafóricas. Pues el lenguaje esencial que de verdad caracteriza e instituye al hombre como animal simbólico es «lenguaje-palabra», el lenguaje de nuestra habla.”